"El desarrollo urbanístico está teniendo un gran efecto en la zona crítica", señala el experto en ciencia de suelos Donald Sparks, de la Universidad de Delaware, y codirector del seminario de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) cuyos participantes alcanzaron las conclusiones que han conducido a confeccionar el informe. "Convertir algunas de las mejores tierras del mundo en edificios, carreteras y hormigón, tiene implicaciones para la calidad del aire y del agua, así como para la biodiversidad, y con el tiempo podría incluso dificultar nuestra capacidad para producir comestibles".
La zona crítica engloba todo tipo de tierras y ecosistemas de gran biodiversidad, que van de los trópicos a los polos, de los desiertos a los humedales, y de las tierras altas a los sedimentos de deltas.
Debido a que la zona crítica incluye aire, agua y tierra, y es donde se concentra la producción de comida, su importancia para la vida humana es enorme. Por eso, es imperativo conocer bien las interacciones que ocurren en ella.
El informe insta a establecer una Red Internacional de Exploración de la Zona Crítica, así como un enfoque sistemático a través de un amplio conjunto de ciencias, incluyendo geología, ciencia de los suelos, biología, ecología, química, geoquímica, geomorfología e hidrología, para estudiar los procesos de la zona crítica.
Es necesario entender cómo los organismos vivos interactúan con la tierra sólida, tanto a escala microscópica como a escala kilométrica, cómo estos efectos han cambiado a lo largo del tiempo geológico, y cómo cambiarán en el futuro a medida que los humanos continuemos alterando drásticamente la superficie de la Tierra.
Los científicos necesitan determinar cómo los agentes físicos, químicos y biológicos que operan en el medio ambiente de la Tierra transforman minerales y materia orgánica, esculpen terrenos, y controlan el intercambio de gases de invernadero y polvo con la atmósfera global.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario