Hace ya varios años algunos pocos después de haber iniciado mi vida laboral, por ahí de 1998, recuerdo que de las paginas que mas disfrutaba por la irreverencia de las notas, y no solo eso, sino el esmero de sus creadores para verificar cada historia, era la pagina de los darwing awards; página dedicada a la regresión evolutiva del hombre al mostrar con hechos lo animales que podemos llegar a ser en momentos. La pagina recopila noticias de sucesos, que no necesariamente se comprueban al instante, pero se dan el tiempo de investigar la veracidad e informar de los resultados de estas investigaciones en su momento, que enseñen la estupidez humana. Una de las historias que más recuerdo porque de verdad como me hiso reír, es la del suceso de un señor de nombre Larry Walters, quien puso su nombre en la historia de la humanidad al realizar uno de los actos más estúpidos y cómicos en la historia del mundo.
El señor básicamente tenía el sueño de volar, tras haber sido declinada su solicitud para poder ser piloto, por limitaciones físicas, el señor tuvo una estupenda idea. Luego de pensar como podía cumplir su sueño de volar sin tener que pasar de nuevo por la penosa declinación, fue a la tienda de equipo más cercana a su casa y compro varios globos meteorológicos, un tanque de helio, y finalmente paso a comprar un par de six pack de cervezas a su seven eleven de costumbre. Lo que a continuación hizo este señor, fue anclar su silla de jardín preferida al suelo y con una cuerda a la defensa de su camioneta; comenzó a inflar los globos meteorológicos uno a uno con el tanque de helio y los fue amarrando a su silla de jardín hasta que todos estuvieron listos, luego fue por su escopeta cargada, subió los six packs a la silla de jardín y luego se sentó cómodamente. Muy prudente y creativo primero quito las amarras que lo mantenían en el piso, automáticamente la silla tirada por varias decenas de globos se elevo algunos metros, hasta donde la cuerda que la ataba a la camioneta lo permitía. Al ver que aparentemente su plan no tendría problema alguno de llevarse cual planeado, desato la cuerda pero no imagino que sería arrastrado de manera incontrolable hasta varias millas, llegando hasta la altura de los vuelos comerciales.
Lo que sucedió es que subió tan alto que su plan de que con la escopeta tirarle a los globos para poder bajar lo aterro, imaginando que no podría bajar vivo de esa altura simplemente disparándole a los globos. El pobre hombre rápidamente se sintió mal debido a la falta de oxigeno a esas alturas, naturalmente ni pensar en tomarse unas cervezas para tranquilizarse. El caso es que fue arrastrado peligrosamente a la trayectoria de los aviones comerciales que se dirigen a la ciudad de los Ángeles, imaginen la sorpresa del piloto al encontrarse a esas alturas a una persona en una silla de jardín armado con una escopeta, inmediatamente se comunico a la torre de control y lo reportó. Bueno para no hacer larga la historia cuando finalmente pudieron bajar a esta persona la multaron por invadir sin permiso espacio aéreo comercial. Finalmente el desdichado vivió para llevar la carga de su estupidez, lo que finalmente lo llevo al suicidio unos años más adelante.
Bueno esta historia viene a colación el día de hoy, porque hace tan solo unas horas, en Oregon Bend, una persona de nombre Kent Crouch de 47 años, repitió la hazaña de nuestro bien estimado Larry Walters, solo que en esta ocasión si tuvieron la prudencia de controlar la altitud y protegerse con un paracaídas por si fuera necesario, además que hizo arreglos para no ser multado por invadir espacio aéreo. El señor viajo 193 millas en un espacio de 9 horas.
De verdad que es increíble lo que una mente ociosa puede hacer, lo que si no puedo negar es que quisiera ver que se siente estar ahí arriba, claro tomando las medidas precautorias pertinentes.
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